2014/06/08an GARA egunkarian LAB-CAFeko Iban Pajares eta Txisku ordezkariei eta Goierrin LABeko Industria Federazioko arduraduna den Usua Lasari egindako elkarrizketa.
Mañana se va a reunir la Mesa del Metal de Gipuzkoa, un encuentro impulsado por UGT y al que no se sabe si acudirá Adegi, que anunció hace unos días que hasta que el Tribunal Supremo no dicte sentencia sobre si el convenio está o no vigente, no piensa participar en ninguna negociación.
¿En qué punto está la negociación del Metal de Gipuzkoa?
Está parada. Tras meses sin reunirnos, hace unos meses CCOO hizo una propuesta para retomar las negociaciones y nosotros, el 9 de mayo, registramos en el CRL la nueva propuesta de LAB. Ahora UGT ha convocado las mesas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Tenemos pocas esperanzas con la reunión. Tememos que será de nuevo la lucha de los trabajadores la que tenga que desbloquear la situación para iniciar unas conversaciones serias en las que cada uno asuma su responsabilidad para un acuerdo.
¿En qué consiste la propuesta de LAB?
Básicamente propone una vigencia hasta el 31 de diciembre de 2015, subida salarial del IPC, ultraactividad de 36 meses, mantenimiento del resto de condiciones laborales y de las plantillas y cláusula para evitar el descuelgue unilateral de la empresa.
LAB apuesta por el convenio provincial ¿Por qué?
Durante más de 30 años ha sido la base de la relaciones laborales en Gipuzkoa en distintos sectores, no solo en el Metal. En algunos se está renovando y en otros se han abierto las negociaciones. Sin embargo, el bloqueo en el Metal se mantiene, parece que es estratégico para Adegi para aprovecharse de la reforma laboral, aunque hay muchos empresarios que quieren este acuerdo porque les da estabilidad en las relaciones laborales.
¿Qué ventajas presenta un convenio provincial?
El 90% de las empresas de Gipuzkoa son pequeñas y no tienen capacidad de negociar todas las condiciones laborales que se reflejan en un convenio, las licencias, permisos, faltas y sanciones que recoge una regulación laboral. El convenio provincial te da la base y sobre él vas moldeando con las condiciones de cada empresa. Además, es referencia para las nuevas empresas, que si acuden al estatal van a pagar una miseria a los trabajadores, en unas condiciones absolutamente precarias. También por eso los convenios que se han firmado en empresas grandes como CAF u otras tienen como referencia el provincial, porque debe ser el marco general de regulación.
ELA apuesta por los acuerdos de empresa.
Nosotros también hemos firmado en CAF un convenio de empresa, pero lo hemos vinculado al provincial. Pero no creemos que el tener un convenio de empresa sea incompatible con uno provincial. Uno no supone el abandono del otro. En el mismo convenio de CAF hay aspectos que mejoran nuestra propuesta para el provincial, pero eso depende ya de las condiciones particulares de cada empresa. No estamos de acuerdo con ELA porque su apuesta no sirve para las empresas pequeñas, que son el 90% de las de Gipuzkoa, con lo que deja a la inmensa mayoría de los trabajadores fuera del paraguas. Además, supone una contradicción con otros sectores. ¿Por qué en la Limpieza sí y en el Metal no?
¿Son posturas irreconciliables?
Sí, porque no queremos ser cortoplacistas. Hay que mirar a largo plazo y pensar que todas las empresas nuevas que se vayan creando, sobre todo las pequeñas, no tendrán capacidad de firmar un convenio propio. Pasarán años hasta que puedan acordar algo con la dirección y mientras tanto necesitarán la referencia de un convenio provincial, porque en caso contrario les aplicarán un Estatuto de los Trabajadores que está muy lejos de la realidad sociolaboral de su entorno, de Gipuzkoa. Es necesario que haya unos mínimos que no pueden ser los marcados desde Madrid a los que quiere acogerse Adegi.
Adegi insiste en que el convenio de Gipuzkoa es el más alto.
Siempre está con los mismo, pero Adegi también sabe que la vida aquí es mucho más cara que en el Estado español, los productos básicos y las viviendas son más caras. Nuestro convenio está adaptado al nivel de vida de aquí, a la lucha de los trabajadores de aquí y también a los beneficios de las empresas de aquí.
¿Cómo se explica la resistencia de Adegi?
Tememos que esté utilizando el Metal como banco de pruebas, porque en otros sectores de Gipuzkoa como el Papel o el Comercio se están alcanzado acuerdos, convenios que tienen subidas salariales y cláusulas antirreforma. No entendemos por qué no se puede trasladar esa política de acuerdos al sector del Metal. Además, nos llama mucho la atención que el presidente de Adegi, Pello Guibelalde, en su empresa haya firmado un acuerdo, que es lo contrario de lo que está pidiendo para las demás empresas de Gipuzkoa. Otros empresarios con los que hemos hablado tampoco entienden este doble rasero del máximo responsable de Adegi. Entonces ¿a quién representa esta asociación?
¿No lo tienen claro?
La verdad es que no, lo que sí tenemos claro es que están tratando de imponer la individualización de las relaciones laborales, de tal forma que cada cual se preocupe de los suyo y no del interés colectivo. Así nos debilitan y consiguen que todo el mundo firme a la baja. Es una estrategia a largo plazo en la que con el paso del tiempo se vayan perdiendo derechos.
La firma del acuerdo en CAF, ¿puede servir de referencia?
Es la factoría más grande de Gipuzkoa y puede servir de reflejo, aunque también tiene sus peculiaridades y el acuerdo no se puede trasladar al 100% a otra empresa. En cualquier caso, el hecho de que esté vinculado al provincial ha despertado muchas conciencias. Además, el acuerdo de CAF se puede firmar en la mayor parte de empresas y de sectores. Es simplemente un compromiso sobre el mantenimiento de las condiciones laborales, del empleo y del poder adquisitivo, que son las bases del acuerdo. Es lo mismo que se plantea para el provincial. Luego, el convenio de CAF tiene los matices propios de esta empresa, pero filosóficamente es lo mismo que el provincial.
Pero no todas las empresas presentan el balance positivo de CAF.
Desde luego, por eso planteamos que los convenios se basen en acuerdos. Partir de unos derechos mínimos y que las decisiones se compartan con los trabajadores, lo mismo para subidas como para ERE, congelaciones de salarios o incluso bajadas acordadas. Esto no está reñido con un convenio provincial y es de sentido común.